Desde el primer minuto me sentí en un espacio amable, de escucha y seguro. Gracias por emplear las flores como guías para las preguntas que traía. Me he quedado asombrada de toda la sabiduría que traen consigo y de cuánto podemos aprender de ellas. Las flores me han dado respuestas y dirección sobre mí en este momento. Estoy emocionada por integrar las herramientas que me diste a mi día a día, cómo regresar a mi y tomar pequeñas acciones. Y también me emociona mucho poder contar con una fórmula de flores de Bach que me acompañen cada día. Muchas muchas gracias. En definitiva, me encantaría participar en más mentorías florales contigo. Mi proceso de sanación no tiene que ser doloroso, sino un lugar en el que pueda aprender de mi y conectarme.